En geología está todo inventado. Ya tenemos la tectónica, la paleontología, la sedimentología, la hidrogeología, pero, en un pequeño espacio en el universo (o varios) una leve perturbación en la fuerza de la geología está haciendo que los geólogos empiecen a sufrir cefaleas, sufran erupciones cutáneas y empiecen a gritar como poseídos la escala de Mohs desde el diamante al talco. Algunos, en los peores casos, dicen convencidos que los terremotos se miden en grados.
Bueno, en realidad esto no pasa, pero es un buen gancho para explicar un fenómeno geológico que no se da en la Tierra: el criovulcanismo. Sigue leyendo